Debate

El País Vasco se suma a Ayuso en el rechazo a las medidas “efectistas” de Sánchez para ahorrar energía

El Ejecutivo autonómico de Vitoria afirma que tiene “su propio plan” y el alcalde de Santiago de Copostela, el socialista Bugallo, rechaza también apagar las luces de la catedral y los comercios

Teatro Arriaga de Bilbao
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“La Ertzaintza no se va a dedicar a controlar termómetros”. La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la nacionalista Arantxa Tapia, ha calificado de “efectistas” las medidas para el ahorro energético aprobadas este lunes por el Gobierno de Pedro Sánchez y ha afirmado que el País Vasco tiene su propio plan. “Basémonos en la responsabilidad, no en medidas efectistas”, ha instado.

Tapia se ha referido, de esta forma, a las iniciativas planteadas por el Ejecutivo del Estado para ahorro en climatización en los espacios públicos, que incluye también a centros comerciales, cines, estaciones y aeropuertos, para que reduzcan sus consumos y contribuyan a garantizar la seguridad e independencia de la UE en materia energética de Rusia.

Un rechazo del Gobierno autonómico de Vitoria que se suma al que ha planteado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, con su “Madrid no se apaga”. Y rodo después de que el vicepresidente del Gobierno madrileño, Enrique Ossorio, puntualizase hoy que las medidas de ahorro energético que no sean competencia autonómica “sí se aplicarán”, además de estudiar acciones legales por la intromisión en las competencias de la región por parte de Moncloa.

Una situación esta del “ahorro energético” que recuerda demasiado a los distintos pareceres y puntos de vista que la pandemia y la manera de combatirla, han provocado en los pasados meses y años.

La consejera vasca afirmó también que “las medidas son muchas, como las relacionadas con la iluminación, la calefacción y la temperatura del aire acondicionado, pero también están los que se centran en la movilidad, en que los edificios sean más sostenibles, en el tipo de calderas que compramos o en que haya más energía fotovoltaica en los edificios”.

Sobre las multas previstas por el incumplimiento de las medidas, Tapia ha manifestado que la sociedad vasca “es lo suficientemente adulta como para actuar con responsabilidad”, y considera que, más allá de las sanciones, ella confía en “la responsabilidad de cada uno”.

Santiago de Compostela

Hoy mismo se ha sumado a los “críticos” el alcalde socialista de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo. Ha admitido este miércoles que la medida del plan de ahorro energético que “causa más preocupación” en el Ayuntamiento es la obligatoriedad de apagar las luces de los escaparates de las tiendas y los edificios públicos, entre ellos la catedral.

Según el plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno el lunes, el alumbrado de escaparates deberá mantenerse apagado desde las 22 horas, así como el de los edificios públicos que a esa hora estén desocupados.

En declaraciones a los medios, Bugallo ha considerado que apagar las luces de edificios como la Catedral de Santiago u otros de la zona histórica de la capital gallega redunda en “menor iluminación en determinadas áreas” de la ciudad ya que estas luces “forman parte de la iluminación pública”.

“Y si se apaga lógicamente se produciría una situación que transmitirá una imagen de menor seguridad y de menor comodidad para las personas que están en la ciudad histórica, que son muchísimas”, ha señalado Bugallo, respecto a los vecinos y a los miles de peregrinos que está recibiendo Santiago en este verano.

Por tanto, ha dicho que estudiarán “este tema”, que ya se está abordando “con el resto de las ciudades Patrimonio de la Humanidad”, porque tienen la misma problemática que Compostela.

Y se suma también Burgos

La portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Burgos, Carolina Blasco, ha advertido este miércoles a través de un comunicado de los “perjuicios” que acarreará a la ciudad la aplicación del real decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética.

“Si Burgos se apaga, se apaga su futuro”, ha aseverado Blasco, antes de afirmar que “de nuevo Sánchez mata moscas a cañonazos con este nuevo paquete de medidas”, que a su juicio no puede aplicarse de igual modo en todo el territorio nacional.

Carolina Blasco ha insistido en que “Burgos no es ni Madrid ni Barcelona” y por lo tanto “sus necesidades no pueden ser las mismas”, a la vez que ha recordado que la ciudad “siempre ha hecho gala de una política de control y austeridad sin grandes consumos”.